sábado, 22 de octubre de 2011

Como resolver nuestras dudas.....

CUANDO TENEMOS PREGUNTAS........

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Reducimos la esfera de lo desconocido, no cuando nos paseamos por ella, sino más bien por deleitarnos en lo que Dios ha revelado y aumentando nuestro conocimiento de ello. Es una experiencia que satisface al alma el estar leyendo el tema A y entonces que nuestra mente sea dirigida a considerar el tema B. De hecho, el meditar y reflexionar de manera seria, consistente y con oración en las revelaciones institucionales (los libros canónicos y las palabras de los oráculos vivientes) da como resultado las revelaciones individuales que incluyen —cuando el SeZor sienta que es apropiado y que estamos listos para recibir— las respuestas a nuestras preguntas más difíciles. Dichas respuestas pueden venir como respuesta específica a una preocupación específica, o pueden venir en la forma de seguridad pacífica y consoladora de que todo está bien, que Dios está en su cielo, que la obra en la cual estamos embarcados es verdadera y que los detalles se darán a conocer en el debido tiempo del SeZor. De cualquier manera, las respuestas vienen. En verdad vienen, pero solamente si vamos a la fuente correcta.

Algunas personas llegan a la conclusión falsa, y realmente más bien tonta, de que a causa de que ellos no entienden. tampoco lo hará nadie mas. Esa es una conclusión bastante presuntuosa, pero sin embargo, sorprendentemente, es muy común. La humildad requiere una postura diferente. La mansedumbre nos forzará a reconocer que puede haber alguien más, ya sea más inteligente o con más experiencia que nosotros, o aún quizás alguien que haya batallado antes con este asunto. El sentido común sugeriría que las probabilidades están en contra de la absoluta originalidad en lo que concierna a nuestra preocupación específica. Y aún si fuera posible que hallemos algo que ningún ser humano haya enfrentado jamás, aún así, existen entre nosotros personas buenas y sabias que han sido bendecidas con los dones del Espíritu — con discernimiento, con revelación, con sabiduría y juicio— para ayudarnos a poner todas las cosas en la perspectiva correcta.

Una tendencia afin para algunos es el exhibir sus dudas anunciando todas las cosas con las que tienen problemas, suponen que “por salir del closet” de algún modo se sentirán mejor acerca de sus dificultades o que puedan identificar y tomarse de la mano con otros que sufren de igual manera. Para estar seguros, uno no necesita sufrir solo. Hay ayuda disponible, y es de muy fácil acceso. Sin embargo, es muy poco el bien que sale de “tender la ropa sucia, ” de proclamar públicamente nuestras ansiedades internas, muy poco el bien para el individuo, y muy poco el bien para grupos de personas. Tales cosas solamente alimentan las dudas y las perpetúan. El élder Neal A. Maxwell preguntó “¿Por qué hay algunos miembros que se parecen a los antiguos atenienses, tan ansiosos de oír alguna nueva crítica o duda? (Véase Hechos 17: 21) De la misma forma en que algunos miembros débiles se van a otro estado para participar en juegos de azar, unos cuantos se apartan de su camino a fin de excitar sus dudas. En vez de nutrir su fe, están jugando “fuera de lugar” con su frágil fe. A la pregunta ‘¿Queréis acaso iros tambien vosotros?’ (Juan 6: 67) estos cuantos responderían: “Oh no, solamente queremos un pase de fin de semana para ir a un casino para críticos o a un club para cosas encubiertas. Tales miembros desviados tan fácilmente no son discípulos verdaderos sino seguidores casuales.” El élder Maxwell concluyó: ” los verdaderos discípulos son descritos correctamente como firmes, inmutables que siguen adelante ‘con un fulgor perfecto de esperanza’ (2 Nefi 31: 20); véase también DyC 49: 23)” En Conference Report, octubre de 1988, página 40). Por lo tanto sugiero: aguanten, sujétense a su fe. Las respuestas llegarán. Las soluciones están en el horizonte un poco adelante. . La perspectiva y la paz están al alcance.

28/09/2011 17:54. Escrito por administrador Ir al articulo. Articulos No hay comentarios. Comentar.


Mormon Tabernacle Choir

"Sweet Hour of Prayer"


"OH DULCE GRATA ORACION"



LA ORACION.


Secreta Oraciòn


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Temas:

01 - Be Still My Soul

02 - Con fervor ORAR pensaste

03 - ¡Oh dulce, grata Oración

04 - Más Santidad dama

05 - Oración Secreta

06 - plomo, Luz Bondadosa

07 - Oh Dios, Padre Eterno

08 - Qué firme cimiento

09 - Para Siempre Dios Esté Con vos

10 - Hoy Sembramos la Semilla

11 - CUANDO Hay Amor

12 - Adonde me iré mande

13 - ¡Oh mi padre

14 - ¿Cómo suave los mandamientos de Dios

15 - Se humilde

16 - Con migo quédate, Señor






sábado, 8 de octubre de 2011

Cómo hallar paz en tiempos difíciles

Tomado de “Descanso para vuestra alma”, Liahona, noviembre de 2010, págs. 101–102.


Per G. Malm
“Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar” (Mateo 11:28).

Cómo hallar paz en tiempos difíciles

En el centro de Gotemburgo, Suecia, hay un ancho bulevar bordeado de árboles hermosos en ambos lados. Un día vi un agujero en el tronco de uno de esos grandes árboles; entonces, por curiosidad, miré adentro y vi que el árbol estaba completamente hueco.

Me sorprendió que el árbol siguiera en pie. Alcé la vista y vi una ancha banda de acero rodeando la parte superior del tronco. Unidos a la banda había varios alambres de acero que a su vez estaban amarrados a edificios cercanos. A la distancia, se parecía a los demás árboles; sólo al mirar en su interior se detectaba que estaba hueco en lugar de tener un tronco sólido y fuerte. Con el tiempo, el árbol no se pudo salvar y tuvieron que derribarlo. Así como un el árbol joven crece poco a poco hasta llegar a ser fuerte, nosotros también podemos crecer paso a paso en nuestra capacidad hasta ser fuertes y sólidos de adentro hacia afuera, en contraste al árbol hueco.

Es a través de la sanadora expiación de Jesucristo que podemos tener la fortaleza para permanecer firmes y fuertes, y para que nuestra alma se llene de luz, comprensión, gozo y amor.

La fe en Jesucristo y el seguir Sus enseñanzas nos dan una esperanza firme, la cual llega a ser un ancla sólida para nuestra alma. Podemos llegar a ser constantes e inmutables; podemos tener paz interior duradera; podemos entrar en el descanso del Señor. Sólo si nos apartamos de la luz y la verdad, una profunda sensación de vacío, como el del árbol, ocupará los recintos más íntimos de nuestra alma.

Enfoquémonos en lo que mantendrá una paz duradera en la mente y el corazón, entonces nuestra “confianza se fortalecerá en la presencia de Dios” (D. y C. 121:45). La promesa de entrar en el descanso del Señor, de recibir el don de la paz, dista mucho de ser una satisfacción mundana y pasajera. Es, en verdad, un don celestial: “La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo” (Juan 14:27). Él tiene el poder de sanar y fortalecer el alma; Él es Jesucristo.

En un mundo atribulado

“[El] Salvador… [habló] a Sus discípulos antes de la Crucifixión cuando ellos ya sentían temor y padecían confusión y persecución. El último consejo colectivo que les dio durante Su ministerio terrenal fue: ‘Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción. Pero confiad; yo he vencido al mundo’ (Juan 16:33).

“De modo que, en un mundo atribulado, recordemos nuestra fe… y vivamos más plenamente, con más audacia y más valor que en cualquier otra época.

“Cristo ha vencido al mundo y nos ha preparado el camino”.

Élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, “Ésta, la más grandiosa de todas las dispensaciones”, Liahona, julio de 2007, pág. 20.

¿Cómo podemos hallar paz y esperanza en tiempos difíciles?

El élder Jeffrey R. Holland, del Quórum de los Doce Apóstoles, ayuda a dar respuesta a esta pregunta en “Ésta, la más grandiosa de todas las dispensaciones”, (Liahona, julio de 2007, pág. 19).

  1. 1.

    “Deberíamos… vivir lo más fielmente que nos sea posible… Pero no nos paralicemos [por eventos]… [que] aún están por acontecer”.

  2. 2.

    “Jamás… permitamos que el padre del miedo (Satanás mismo) nos aparte de nuestra fe y nos impida ser fieles”.

  3. 3.

    “Sean fieles; Dios está al mando. Él sabe quiénes son y conoce sus necesidades”.

Consideren escudriñar las Escrituras para buscar versículos sobre la esperanza, la paz y la fe en Jesucristo.

Para más información sobre este tema, véase Mosíah 24:15; D. y C. 6:34, 36; 59:23; 78:17–18; Joseph B. Wirthlin, “La paz interior”, Liahona, julio de 1991, pág. 38; y Neal A. Maxwell, “Rodeados por los ‘brazos de [Su] amor’”, Liahona, noviembre de 2002, pág. 16.

“Y vino a él mucha gente que tenía consigo cojos, ciegos, mudos, mancos y muchos otros enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y él los sanó;

“de manera que la gente se maravillaba viendo a los mudos hablar, a los mancos quedar sanos, a los cojos andar y a los ciegos ver; y glorificaban al Dios de Israel” (Mateo 15:30–31).

Se restaura la vista, por J. Kirk Richards.

lunes, 25 de julio de 2011


Él sufrió mis dolores

POR JANE BLEAK


“Ciertamente él ha llevado nuestros pesares y sufrido nuestros dolores” (Mosíah 14:4).

Él sufrió mis dolores

Nunca olvidaré el verano y el otoño de 2009. El 9 de junio mi padre falleció después de padecer demencia por más de diez años. El 25 de junio, mi hijo de 22 años falleció inesperadamente y, menos de un mes después, también murió mi prima. El 13 de agosto, mi madre, que tenía 82 años, tuvo una operación a corazón abierto y comenzó una prolongada recuperación. El 18 de octubre falleció mi hermano de 41 años de edad. El 31 de octubre mi esposo tuvo un infarto masivo y el corazón le dejó de funcionar durante ocho minutos. Los bomberos, los paramédicos y una bendición del sacerdocio nos lo trajeron de vuelta a la vida.

La gente con frecuencia me preguntaba cómo sobrellevamos todos esos acontecimientos. Mi respuesta constante era que acudíamos al Salvador y Él velaba por nosotros; no nos dejó solos en nuestras aflicciones. Sentí que los cielos me ministraron y me sostuvieron. Verdaderamente Él “ha llevado [mis] pesares” (Mosíah 14:4).

También recibimos consuelo de la familia, los amigos y los miembros de nuestro barrio y nuestra estaca. Nos cuidaron con amor de innumerables maneras. Nuestra nieta de 13 años, Krystal, nos escribió una carta después de la muerte de nuestro hijo Michael. Nos recordó que no estábamos solos cuando escribió: “Dios los sostiene”. Su carta me recordó el pasaje de Doctrina y Convenios 84:88: “Iré delante de vuestra faz. Estaré a vuestra diestra y a vuestra siniestra, y mi Espíritu estará en vuestro corazón, y mis ángeles alrededor de vosotros, para sosteneros”.

Obtuve fortaleza al leer un discurso del élder Richard G. Scott, del Quórum de los Doce Apóstoles, titulado “La confianza en el Señor”. Él dijo: “En el preciso momento en que todo parece ir bien, con frecuencia surgen múltiples dificultades simultáneamente. Cuando esas pruebas no son resultado de tu desobediencia, son evidencia de que el Señor siente que estás preparado para progresar más. Entonces te da experiencias que estimulan el adelanto, la comprensión y la compasión, y que te refinan para tu beneficio eterno. Llegar de donde estás a donde Él quiere que tú estés exige un gran esfuerzo que generalmente va acompañado de pesar y de dolor” (véase Liahona, enero de 1996, pág. 18).

Dijo que preguntas tales como “¿Por qué tiene que pasarme esto a mí?” o “¿Por qué tengo que sufrir esto ahora?” nos conducen a callejones sin salida. Más bien, el élder Scott sugiere hacer preguntas como “¿Qué debo aprender de esta experiencia?”, “¿A quién debo ayudar?” y “¿Cómo puedo recordar mis muchas bendiciones en tiempos de prueba?”.

He resistido la tentación de preguntar “¿Por qué?”; más bien, he pedido la guía del Padre Celestial durante mis pruebas. Él me ha bendecido con esperanza en el futuro, me ha ayudado a sanar mi corazón apesadumbrado, ha intensificado mi percepción de la bondad que me rodea, me ha dado oportunidades de prestar servicio, ha profundizado mi compasión hacia los demás y ha magnificado mi amor por mi familia y mis amigos.

A través de todo ello, he obtenido un testimonio de que nuestro desafío es someter nuestra voluntad a nuestro Padre Celestial, porque sólo entonces podemos ser perfeccionados y pulidos de la forma que Él ha estipulado específicamente para cada uno de nosotros.

Cómo sobrellevar el dolor

·

No se nos deja solos en nuestro dolor, porque Jesucristo, “varón de dolores y experimentado en quebranto” (Isaías 53:3), ha soportado nuestros dolores como parte de la Expiación.

·

Podemos esforzarnos por resistir la tentación de preguntar “¿Por qué?”. Más bien, podemos pedir la guía del Señor.

·

Podemos aceptar el desafío de someter nuestra voluntad a nuestro Padre Celestial.

Para mayor información sobre este tema, véase Proverbios 3:5–6 y Joseph B. Wirthlin, “El domingo llegará”, Liahona, noviembre de 2006, págs. 28–30.

La adversidad puede conducirnos a Dios

President David O. McKay

“Hay quienes han enfrentado la desgracia, al punto de parecer insuperable, y se han vuelto personas un tanto amargadas; pero si se detienen a pensar, aun la adversidad que han sufrido puede ser un medio de elevación espiritual. La adversidad misma puede conducirnos a Dios y a la iluminación espiritual en vez de alejarnos de ellos”.

Presidente David O. McKay (1873–1970), Treasures of Life, compilado por Clare Middlemiss, 1962, págs. 107–108.

MUSICA SUD.....

El Coro del Tabernaculo Mormon


" El Sonido de Gloria"


Temas:

1.- Alabado sea el Señor, El

Todo Poderoso.

2.- Luz Bondadosa.

3.- Levántate Oh Dios y el Brillo.

4.- Todas las cosas brillantes y

hermosas.

5.- Dulce hora de Oración.

6.- El Señor es mi pastor.

7.- El Rey de Amor, Mi pastor es.

8.- Todas las criaturas de nuestro

Dios y Rey.

9.- Toma tiempo para ser Santos.

10.- El Espíritu de Dios.






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